Noticia Dos RC del 4 de abril de 2024
La Costa Blanca, bañada por el cálido sol del Mediterráneo, es hogar de algunas de las ciudades costeras más pintorescas de España. Altea, en particular, se destaca como una verdadera joya en esta corona de la Costa Blanca.
Con su encanto bohemio, playas de arena blanca y casco antiguo lleno de calles empedradas y casas encaladas, Altea ofrece a los visitantes una experiencia única y auténtica. En este post, te voy a destacar las maravillas que esta pequeña ciudad tiene para ofrecer, desde sus impresionantes vistas hasta su rica cultura y deliciosa gastronomía.
Suelo escribir poco de los pueblos de Valencia y Alicante porque, realmente, los visito más o menos de pasada, pero es la hora de que Altea se mereciera ya, por fin, un huequecito dentro de El viaje del Mapache.
Altea se encuentra en la provincia de Alicante, a unos 50 kilómetros hacia el noreste de la capital, siguiendo la costa. Aunque la forma más rápida es llegar por la autopista AP-7, la nacional N-332 ofrece una ruta maravillosa por la Costa Blanca.
Las playas de Altea son el sueño de cualquier amante del sol y el mar. La playa de Cap Negret con su arena fina y aguas cristalinas, es perfecta para un día relajado bajo el sol. Si buscas un ambiente más tranquilo, la playa de la Olla es una opción encantadora, rodeada de colinas verdes y pequeñas calas escondidas. Aquellos que disfrutan del buceo pueden explorar los arrecifes submarinos en la playa de Mascarat, donde la vida marina es verdaderamente espectacular.
El corazón de Altea late en su casco antiguo, un laberinto de callejones estrechos y empinadas calles empedradas. Las casas blancas con puertas y ventanas de colores brillantes crean una imagen pintoresca y encantadora. Pasear por estas calles es como viajar atrás en el tiempo, con tiendecitas de artesanías locales, galerías de arte y cafeterías acogedoras en cada esquina.
Una visita obligada en Altea es la icónica iglesia de Nuestra Señora del Consuelo. Situada en lo alto de una colina, esta iglesia presenta una arquitectura única con cúpulas de cerámica azul y blanca. Las vistas panorámicas desde aquí son impresionantes, ofreciendo una vista inigualable del mar y las montañas circundantes. Al atardecer, el lugar se llena de una luz dorada que crea un ambiente mágico y romántico.
El Mercado de Altea
Para experimentar la auténtica vida local, no hay mejor lugar que el mercado de Altea. Abierto todos los días, este mercado es un festín para los sentidos. Los puestos rebosan de productos frescos como frutas, verduras, pescado y especias. También encontrarás productos artesanales y recuerdos únicos que capturan el espíritu creativo de la comunidad local.
Una gastronomía deliciosa
La cocina en Altea es tan encantadora como el lugar en sí. Los restaurantes a lo largo de la costa ofrecen deliciosos platos típicos del País Valenciano, como la paella y la fideuà, preparados con los ingredientes más frescos del día. Además, los bares y cafeterías del casco antiguo son ideales para disfrutar de los p latos de la región acompañados de una cervecita o un vinito. No puedes dejar de probar los dulces típicos de la región, como los turrones muy típicos de toda la provincia de Alicante, que son auténticos manjares para el paladar.
Eventos culturales
Altea es conocida por su vibrante escena cultural y festivales animados. Durante todo el año, la ciudad acoge eventos como conciertos al aire libre, festivales de música, mercados artesanales y exposiciones de arte. Uno de los eventos más destacados es la Fiesta de San Juan en junio, una celebración llena de hogueras, música y bailes que ilumina la noche y crea un ambiente festivo incomparable.
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